la llegada al establecimiento fue correcta. Al llegar a la habitación que nos habían asignado, nos dimos cuenta de que en ningún caso era lo que habíamos visto en las imágenes al hacer la reserva: la habitación estaba sucia, antigua, la zona de duchas estaba en malas condiciones (no se habían limpiado los recipientes de los jabones en años), faltaba una de las puertas (shoji) que separaba la habitación de una zona que daba al patio exterior. En esa misma zona había una puerta cerrada que en su parte superior tenía un agujero grande, que no se podía cerrar, mediante el que se oía todo lo que pasaba en la habitación contigua.
Para más INRI, entraban continuamente insectos en la habitación: empezaron siendo insectos voladores, y posteriormente entraban bichos de tamaño medio que saltaban y trepaban las paredes. Encontramos un agujero en una puerta, lo tapamos entendiendo que los insectos procedían de ahí, pero siguieron apareciendo, por lo que al entender que la situación era completamente inaceptable, decidimos abandonar el establecimiento sin pasar ni una noche. Indicar igualmente que hubo otra habitación de dicho hotel que decidió abandonar el hotel esa misma noche por los mismos motivos.