La verdad es que el hotel está muy cerca del metro, fuera de eso es la única ventaja, no hay elevador y la escalera es muy reducida para subir con maletas, eso no es lo feo, lo horrible es que no limpian!!! Encontramos chinches en la cama y ojo fue en un cuarto con cama matrimonial solo para dos, imagínense cómo están los compartidos, llegamos todos picoteados por pulgas y demás liendres, si eres muy grande olvida que entraras en su regadera, fue toda una odisea, de verdad no lo recomiendo, aparte está frente a una estación de bomberos y ambulancias y toda la noche escucharán las hermosas sirenas francesas, si tienen la oportunidad de asomarse por la ventana y ver el canal del río Sena notarán la increíble cantidad de ratas al tamaño de gatos que hay justo enfrente del hotel, solamente un chavo de la recepción fue agradable, los demás ni hablan bien francés y sumamente disinteresados por tu comodidad, evitenlo.