10/10
Pequeño hotel en una playa paradisíaca,los bungalows amplios equipados con lo necesario las camas grandes con mosquiteras que dejan mucho espacio, el baño grande, sencillo, sin tonterías.
El restaurante central con luz agradable, mucha madera, todo abierto con vista al mar y a la playa.
El hotel y los bungalows se encuentran unos 10 metros encima de la playa, así que siempre hay un corriente de aire muy agradable.
La cocina muy buena,hay pocas posibilidades de comer fuera.
Te y coca gratis en el bar de la playa, piscina pequeña pero muy limpia.
El personal muy atento,cuando se había mojado un móvil en la piscina,se han volcado para seccarlo
De vez en cuanto hay cortes de luz y internet.
Barbara
Viaje de 3 noches