10/10
Nos recibió el dueño del hotel, Mario, y es una persona encantadora, que te ayuda con todo, te indica todo lo mejor de la isla para visitar, y siempre con una sonrisa. El desayuno muy completo y lo traían a nuestra habitación cada día. Hemos decidido volver a ir al mismo hotel, porque nos han tratado como si fuera nuestra casa. Resumiendo, un hotel donde ir a pasar unas vacaciones inolvidables.