Hace tan solo un par de años, supe ir a quedarme en el hotel, probar su gastronomia y la verdad es que era muy disfrutable todo. Una ambientación teatral, tal vez un poco efectista, pero que lograba el impacto, personal muy canchero, y una experiencia global muy grata. Decidí volver a quedarme en él en base a esos recuerdos lindos, Pero en tan solo dos añitos se le ha venido el desgaste encima y la ambientación interior no ha dado la talla. Los deterioros son muy evidentes, en todas las facetas del hotel, habitaciones, áreas comunes y estilo de los equipos de trabajo, que se han vuelto casi antipáticos. No ví cena siendo servida a la noche,, y creo que el área de restaurante como tal, ya no está operativa. La calidad de la propuesta gastronómica al desayuno se volvió muy básica, en cuanto a lo ofrecido, la presentación, iluminación, vajilla. Algo pasa,, se siente que el management actual del hotel está como "en retirada". Lo visualizo como un emprendimiento que, o se reinventa en base a una fuerte inversión y una renovación completa de la propuesta, o decididamente está como para bajar su tipificación a un dos estrellas y empezar a trabajar con un público turista de hostel. A quienes llegan al hotel esperando una experiencia chic o sofisticada,,, la decepción les espera.