Desde el momento en que llegamos, nos recibieron con un cálido detalle: un mezcal para cada uno (¡y muy bueno, por cierto!). La hospitalidad se sintió desde el primer instante. Nos llevaron a nuestra habitación, y para nuestra sorpresa, parecía la más hermosa del lugar.
El sitio es simplemente de ensueño. Las cabañas de piedra tienen un encanto especial: mantienen una temperatura perfecta, el calor no se siente y, por la noche, aunque corre una brisa ligera, no hace frío en absoluto. Es un lugar donde realmente se puede descansar y conectar con la naturaleza.
Un detalle importante: no hay señal ni internet dentro de las cabañas, solo en la cocina comunitaria y, a veces, cuando sales afuera. Esto puede ser una ventaja si buscas desconectarte y disfrutar realmente del entorno.
Hablando de la cocina, es comunitaria y bien equipada, con vasos, cubiertos y refrigerador disponible para los huéspedes, lo cual es muy conveniente.
Pero lo que más me robó el corazón es que son Pet Friendly. Es un espacio ideal para que los perritos disfruten tanto como nosotros, así que en mi próximo viaje, definitivamente llevaré a mi perrita.
Mención especial para Jorge, quien nos brindó un trato excepcional. Siempre atento a que no nos faltara nada y dándonos excelentes recomendaciones para explorar los alrededores.
Definitivamente, Villas Mexiko es un lugar al que quiero regresar. ¡Si estás buscando una experiencia mágica y una verdadera desconexión, este es el sitio perfecto!