Personal encantador, te facilitan todo lo que pueden y te hacen sentir en casa. Si tuviera que poner algún "pero", pediría un poco más de menaje de cocina, y un escalón más para entrar al baño en la habitación que estuvimos, ya que estaba muy alto
Por lo demás es estupendo.
Además, el último día pusimos dejar las maletas todo el día (nuestro vuelo salía por la noche), y usar la piscina y la ducha de cortesía.
Un placer conocer a Ángel y a Lorena