Hemos estado el fin de semana en el hotel y debo decir que como hotel es estupendo. Las vistas al mar desde la habitación son maravillosas. La limpieza, tanto de las zonas comunes como de la habitación es excelente. La animación (Jorge Alberto y Laura) es muy buena adecuada a personas de mediana edad, pero son 2 profesionales que son capaces de mantener bailando a la gente durante 4 horas. El personal del hotel muy amable y atento.
Lo que no me gustó fue que, como no hay buffete, nos habían dicho que había 3 platos de cada tramos para elegir y el viernes cuando llegamos el menú era "de gala" y fijo: unos canapés no muy apetitosos, salmón a la plancha, un solomillo que estaba muy seco y una tarta de San Marcos. No fue muy apetitoso. El día siguiente si que pudimos elegir, pero el menú era muy pobre, tanto de variedad como de calidad.
El desayuno también es muy justito si lo comparamos con otros hoteles de su categoría e inferiores en los que hemos estado. Hay poca variedad.
En cuanto al bar de la por la noche con la animación, no tienen carta de precios, por lo que te cobran abusivamente (una botella de agua de 1/2 litro son 5,50€).
Resumiendo el hotel, la limpieza y el personal muy bien, la restauración deben replantearse una modificación.
Volveré al hotel, pero sin pensión alimenticia.