El hotel está muy centrico y para lo que lo cogimos, perfecto, porque de esa plaza salían las excursiones concertadas y alguna era muy temprano. La habitación grande, limpia, pero la cama doble bastante pequeña para lo grande que era la habitación. Nos tropezamos con una toalla de mano rota (con grandes agujeros), la dejamos abierta en la cama para que nos la cambiaran, mostrandole que estaba rota, nos la volvieron a colocar en el toallero incluso sin doblar bien, como indicandonos que sabían que estaba rota, pues la dejamos y no la usabamos, por supuesto estuvo en nuestra habitación los 4 días que estuvimos. El desayuno poco variado, siempre el mismo, pero he de decir que no se acababan las cosas cuando las estaban reponiendo. Las recepcionistas eran correctas, pero sin sonrisas ni amabilidad, solo correctas. Si vuelvo a Cracovia buscaría otro lugar.