Es un hotel reformado recientemente con muy buen gusto. Nos alojamos en una suite: Son muy amplias y cómodas, con cama de 2x2, con un salón separado por una puerta donde puede dormir otra persona en el sofá cama, un vestidor super amplio y un baño con plato de ducha y bañera hidromasaje.
Aunque hay muchos alemanes el horario del restaurante también es adecuado para los españoles (desayuno hasta las 10:30 y cena hasta las 22) y los precios de las bebidas no son nada abusivos. También dispone de 4 restaurantes más: un italiano, un argentino, uno de tapas y uno de carnes a la brasa en los que puedes cenar a cambio de la cena en el bufet.
El hotel dispone de muchas instalaciones para realizar actividades, pistas de tenis, padel, voleivol, futbol, bicis, golf ... así como un parque infantil para niños, un parque acuático, un minigolf, una granja... Todo en los alrededores del hotel, lo que hace que la estancia en él sea muy tranquila. También podíamos aceder cada día al spa del hotel biomar que está al lado, muy bueno.
Sólo añadir que el personal del hotel muy amable y atento, muy profesionales todos.