Pequeño hotel bien ubicado cerca de la playa. El estilo es antiguo y necesita remodelación aunque en cuestión de limpieza no está mal y dispone de wifi gratis. Creo que en relación calidad-precio es caro.
Nos pusieron habitación con camas individuales aunque pedimos cama de matrimonio pero la habitación estaba bien situada, con pequeña terraza, amplia y camas cómodas. Aunque es antiguo, tiene el detalle de disponer de cafetera y agua gratis en la habitación. Los amenities son muy limitados (gel y champú) pero nosotros solo para una noche no necesitamos más. La TV es pequeña y tiene pocos canales. Falta insonorización en habitación, estábamos al lado del ascensor y se escuchaba mucho. No obstante, el entorno es más tranquilo que el centro histórico de Málaga y no hay tanto problema con el ruido.
Aparcamos el coche a nuestra llegada pues no nos avisaron (aunque pregunté) de lo pequeño que era el parking. Es enano y muy difícil acceder y salir, así como que las plazas son pequeñas y se "pisan" unas a otras. A la vuelta dejamos el coche fuera pero luego nos cobraron el día entero (12,50 euros, caro para lo que es).
El desayuno buffet es bastante bueno, muy variado y aprovecha bien el poco sitio que tiene para ofrecer un poco de todo. El salón donde se sirve es minúsculo pero hay otro al lado complementario.
En el entorno hay algunos restaurantes cerca y lo mejor es que la playa está a 1 minuto y el centro de Málaga muy cerca, pero es una zona mucho más tranquila