Este hotel está ubicado a pocos pasos de la estación de tren y aunque parece anticuado, lo cierto es que es muy espacioso, con habitacions muy amplias y relativamente bien cuidadas. Está un poco lejos de las partes más turísticas de Trieste, pero si te gusta caminar entonces no hay problema; tampoco si usas el sistema de transporte colectivo. Hay algunos restaurantes, cafés y tiendas en los alrededores.
Es económico y lo cierto es que vale la pena por su precio, su ubicación tranquila y lo espacioso de sus instalaciones, además de la amabilidad del personal.
El desayuno es malo, si lo comparas con los deayunos que incluyen en muchos hoteles mexicanos o americanos. Aquí sólo te dan cereales, pan, jugo y café. Cuesta 10 euros, pero si te tomas cuatro tazas de café, ya cubriste el precio, pues una taza en cualquier otro establecimiento cuesta por lo menos 3 euros.
Algo que nunca se menciona, pero vale la pena saber, es que los servicios de taxis son muy caros. Si llegas en avión muy noche o sales muy temprano, a esas horas no hay servicio de autobuses. Además, no hay trenes que van de Trieste al aeropuerto. Un taxi del aeropuerto al Novo Hoel Impero cuesta entre 60 y 70 euros. Si te instalas más hacia el centro, el precio sube por kilómetro.