La vista es espectacular, sin embargo, la atención del personal es deficiente y sobre todo en recepción; los horarios y menús pre establecidos por el hotel son inflexibles, los precios son abusivos y las instalaciones deterioradas, pareciera más un hotel con atención hacia extranjeros y olvidado para locales o nacionales, de hecho, todo es con cobro en tarjeta, aún cuando hay momentos en que su terminal no funciona. No hay internet abierto, tienes que comprar tarjetas por 24 horas y donde incluso ni siquiera te aseguran que llegue la señal a las habitaciones, pues solo puedes conectarte en áreas comunes. No hay lugares cercanos para comer y si tienes hambre fuera de sus horarios tendrás que esperar a su cena o comida de 3 tiempos (sin opción a elegir) en horarios fijos por 595 pesos por persona y sin bebidas incluidas. Al final, pagué 10,000 MXN por dos noches y el servicio dejó mucho que desear, pareciera que nos estaban haciendo un favor.