Si te hospedas en la habitación 16 te sorprenderá tanta diferencia con las impresiones que por las fotos que has podido ver del hotel pudieras tener. Es una habitación muy pequeña, muy irregular, con un armario inexistente sustituido por unas pocas baldas a la vista, con una ventana pequeña que da a un patio interior a ras de suelo. Es imposible ver si está nublado o hace sol. Sin aire acondicionado, únicamente un ventilador de pie.
Por las fotos de la web, los comentarios leídos, y el precio/noche, la habitación probablemente no cumpla ni de lejos tus expectativas.
En sí, es un hotel extraño. Se accede por una bajada de coches de un aparcamiento de una comunidad privada. La recepción tiene horario limitado de 09 a 20:30 h. Tiene al parecer solo 10 habitaciones distribuidas en un piso bajo y en una planta subsuelo.
Obviando el tema de la habitación hay, no obstante, aspectos positivos. La ubicación es buena, la decoración minimalista, pero todo con aspecto de nuevo. Está limpio. Dos botellitas de agua de cortesía. El baño, está bien, aunque también muy irregular y pequeño, y con los amenities justitos (el primer día un botecito de champú, y otro de gel pero ya mediado), pero funciona todo perfectamente, la grifería es nueva y la ducha cómoda.
Viajo con mucha frecuencia a la bahía del txingudi. Hondarribia, Irún, Hendaye,... cada tres semanas me hospedo algunos días en hotel. Lo elegí por no disponibilidad en los habituales, y por conocerlo. No sé si repetiré, lo dudo.