El hotel esta muy bien situado, junto a la Plaza Rossio. Tiene muy buena comunicación con el metro y el tranvia.
El desayuno excelente, tiene un buffet pequeñito pero no le falta de nada: zumos naturales, cereales, frutos secos, frutas, yogurt, dulces, tostadas.... solo eche en falta aceite de oliva.
La única pega que tiene el hotel es que no dispone de ascensor y hay que subir bastantes escaleras y el primer tramo es bastante incomodo.
El colchón para mi, no era muy cómodo.