No nos gustó nada, de 3 estrellas nada.
Llegamos al hotel a las 9 de la mañana y no nos dieron el apartamento hasta las 14h de la tarde. Nos dejaron en la recepción y encima miraban mal el persinal de alli(pensando que haciamos alli), pedimos por favor un apartamento antes y nada, se pasaban la pelota para no atender.
La reserva era con vistas parciales al mar y solo se veia un olivo.
Los accesos a los apartamentos, instalaciones, etc nada acondicionado para personas con sillas de ruedas o para carritos de bebe.
La limpieza de los apartamentos es bastante escasa, eran las 15h de la tarde y aún no las habian limpiado.
A lo que se refiere a las comodidades de los apartamentos, no tienen... explicamos:
- El aire acondicionado no va, reclamamos cada dia y cuando venia el de mantenimiento solo funcionaba durante 1 hora.
- Las camas se hundian..
- De tenedores y platos solo contaban con 3 de cada, 1 para cada huesped.
- No hay sartenes, solo 2 ollas para cocinar.
- Bichos en la terraza, cucarachas en los pasillos y el sr. Mickey Mousse de la piscina, nuestro ratoncito.
Esta todo muy descuidado y dejado, no hay mantenimiento de nada.
La reserva era con desayuno Buffett, el cuál deja mucho que desear, no hay ni una triste tostadora para tostar el pan, lo único que valía la pena eran los cruasanes.
Hablemos del personal:
- Desagradables, antipáticos y no te facilitan la estancia, solo hacen que mantener la compostura. Hay una chica rubia que habla español pero pasa de todo.