Las instalaciones son, a priori, modernas y cómodas; pero queda en eso, en una percepción. Los ascensores son pequeños i bastante antiguos, y la limpieza de la habitación, sobretodo del baño, deja bastante que desear.
El desayuno bastante básico, nada del otro mundo. Incluso parecía que habían re aprovechado comida de otros servicios para realizar “platillos” sin sentido en un desayuno.
La atención del personal, por contra, es excelente!
Un hotel bonito por fuera y ostentoso visualmente, pero no para más de una noche.