El hotel es bonito pero el servicio estuvo muy malo, no había tv en el cuarto, en el bar no ponían partidos, el wifi nunca funcionó y lo peor es que me decían que era culpa de mi celular, cuando en todo lada ha funcionado perfecto. La comida y el trago estaban carísimos. Es muy alejado del centro, para subir son mil gradas. Hay un fonicular para bajar y un bus para subir que el último viaje que hace es tempranísimo y si quiere uno quedarse a pasar la noche en la ciudad hay que pagar taxi que cobraba no menos de 12 euros.