Elegí la pensión por su ubicación, entre la estación del topo de Amara y la estación de tren Renfe, horas antes de llegar, y nada más reservarlo me llamó el responsable para fijar la hora de llegada. Muy agradecida de la atención recibida, me asesoró y me imprimió unos billetes para el día siguiente. La habitación era exterior, hubiese preferido que estuviese del lado de la plaza y con sólo una cama, pero por lo demás, estupendo. Muy limpia y amplia, tiene hasta un hervidor de agua y tés por si te apetece tomar uno en la habitación. Justo debajo a la derecha hay también una cafetería donde se puede desayunar.