Armario roto, microondas apoyado en 2 barras metálicas que se mueven y suspendido en el aire. Muy inestable, con riesgo para los niños. Persiana que solo sube hasta la mitad y en ningún momento cierra del todo. Falta la campana extractora y solo está el cable colgando sobre la cocina. Agujero en el suelo junto a la ventana con todas las llaves de la calefacción a la vista. Paredes demasiado finas. Se oyen todas las conversaciones de los vecinos. Colchones viejos (notas los muelles en la espalda). Decoración inexistente. Cortinas y lámparas de los años 70 (literal). Lo único en buen estado, el baño. En recepción, un chico muy majo a la tarde, pero uno muy borde a la mañana, que ni te mira a la cara. Está ocupado mirando una pantalla. La puerta del apartamento no cierra bien (ni siquiera encaja en su propio marco). La ubicación, genial. Súper accesible. Una buena calle con todo a mano y se llega enseguida a todas partes.