Nos alojamos en una Suite Junior que estaba de oferta. Cuando llegamos no nos lo podíamos creer. Una cama de 2x1,80, la habitación enorme, los techos debían estar a unos cinco metros del suelo, la ducha una pasada con dos alcachofas, una tv grande con conectividad para el teléfono, alquiler de películas y demás. El servicio muy bueno, nos dejaban por la noche caramelos en la puerta para la digestión y dormir bien. Todos los días se limpia, sin excepción... Dispone de una sala de lectura con café e infusiones gratuitas... Esta situado a 300 metros de la estación de tren y autobuses en una zona super tranquila. Un 10 para este hotel que es sinceramente ESPECTACULAR.