Me gustó las habitaciones, aunque son un nicho de pequeñas para 2 personas, y eso que eran las cabrio, almenos habia parking, aunque habia botellas de cristal rotas que limpiaron al ver que yo las quitaba del medio, y nadie hablaba idiomas, para estar en un hotel manda narices que solo hablen francés, y se ofendieron, al parecer, por preguntar en castellano.