Tuvimos un problema con la calefaccion que no funcionaba, y tras varios intentos infructuosos, nos cambiaron de habitacion bajo mi peticion porque el chico que atendia era un encanto pero no daba mas de si.
El sitio es encantador, como todo brujas, muy centrico y justo en frente de un parking. Es un edificio antiguo asi que todos sabemos que conlleva, baños antiguos y las instalaciones con una mano de chapa y pintura para parecer monas pero siguen siendo antiguas.
El baño, que mi habitacion si tenia, estaba bien, pero la ducha es de pulsador, no se podia regular la temperatura y habia que estar pulsando continuamente.
Las camas eran antiguas a corde con la decoracion, pero el somier y el colchon tambien... muy blandos y pasados.
La calefaccion de la nueva habitacion calentaba pero no era suficiente.
Es un hostel con estilo.
Eso si, muy bien situado