La ubicación es muy buena.
El desayuno (hasta las 10h) es muy escaso está sin refrigerar y sin tapar (ni los dos embutidos: fiambre de jamón y queso de barra, ni los zumos, ni la bollería, siendo agosto). La cafetera es una Dolcegusto junto al embutido destapado y otro día, un termo de café y otro de leche calentita.
En la habitación, el termo goteaba y producía un charco en la entrada del baño. La respuesta fue: "no pasa nada, no va vaciarse, llamaremos al técnico". No hay alfombrín de ducha y de amenities solo ponen shampú. La TV no funcionaba por la caída de una antena general, pero el cable de la antena también estaba roto.
Los colchones son comodísimos y el armario grande con muchas perchas.
El problema es que si quieres cobrar 294 eurs por una doble pequeña, 3 días, tiene que dotarse de mayor calidad y servicios.
La limpiadora muy amable y los recepcionistas son de trato amable, aunque no solucionen el goteo del termo, ni la avería de la tv.