La residencia está muy bien a nivel de instalaciones (es bastante nuevo), aunque al tumbarte en la cama podías sentir cada uno de los muelles. Por otro lado, no se podía abrir la ventana, por lo que la ventilación fue nula y la humedad de la ducha se podía oler al entrar. No obstante, todo lo demás resultaba bastante cómodo y limpio: baño agradable, ducha muy amplia, cama ancha, un escritorio muy grande, cajoneras por todos lados y un armario grande. El personal de recepción muy agradable y por el resto, únicamente aclarar que no está muy cerca del centro, estaba a 25-30 minutos andando.
Aunque hay algunos "peros", en general estoy muy contento con el servicio recibido y lo recomendaría (si te gusta andar).