Las habitaciones y las zonas comunes del hotel, son limpias y están ordenadas. El desayuno, desde nuestro punto de vista, está muy bueno y es relativamente amplio y que por el mismo precio, no vas a poder comer en las mismas cantidades en cualquier cafetería de París.
La atención por parte del personal, es excelente, pudiendo hablar hacia nosotros en inglés y español. Por último, destacar las buenas conexiones que tiene el hotel con varias líneas de metro a escasos 5/10 minutos del hotel, así como, los servicios de los que puedes disponer en sus alrededores, son amplios y aceptables: bares, supermercados..
Lo único negativo que destacaría; por una parte, el datáfono no funciona, y claro... En nuestro caso tuvimos que ir a sacar dinero a un cajero, cerca de las 12 de la noche en la calle de detrás, así como, el Internet WiFi no funcionaba o no llegaba muy bien, la señal, a nuestra habitación, cosa que nos extrañó debido a las opiniones positivas que había de otros usuarios. Pero, al llegar, la primera habitación que nos dieron, no funcionaba la luz porque se habían fundido los plomos y no tardaron en cambiarnos a otra, y aunque fuera más pequeña y en una planta más baja, seguía siendo silenciosa, aspecto importante a destacar. Y por último, la llave de la habitación, había que activarla cada noche porque de llevarla encima todo el día, se desactivaba.
Lo que parecía un comienzo "catastrofico" acabó siendo una estancia relajada y sin ningún altercado más.