Al llegar al hotel nos dimos cuenta que, al rededor están con muchas obras, lo que hace muy difícil y incluso peligroso pasear caminando por la zona, pero, el Van Zandt también está en reformas (y no hemos sido avisados al respecto), también tenían problemas en los ascensores debido las altas temperaturas, cosa que no debería ocurrir en un edificio moderno.
También está el hecho de que haya olvidado mis gafas de ver en la habitación y al parecer nadie las ha encontrado. En fin, nosotros no recomendaremos este hotel a nadie ni tampoco volveremos a hospedarnos en el. Por cierto, a las familias desavisadas, el ambiente no es propio para niños, ni en el hotel y mucho menos en sus alrededores.