El estado del hotel en general es aceptable, la limpieza está bien y el personal es amable. Sin embargo, no es nada cómodo escuchar toda la noche el ruido tan fuerte que hace el calentador y tener constantemente la sensación de que el agua del inodoro de la habitación del piso de arriba te caerá encima en cualquier momento.
Además, cada habitación tiene la puerta hacia el exterior, que es un terreno baldío, lo que hace que uno se sienta totalmente inseguro, como si estuviera en medio de la carretera. Todo esto influyó para que no nos sintiéramos cómodos allí.