6/10
Este hotel debió tener sus días de gloria, pero daba la sensación de que le hace falta una renovación de mobiliario. La habitación triple era amplia, todo muy limpio y los productos del baño de shisheido.
El desayuno se elige entre tres fotos. Tenían jarras disponibles de café, zumo de naranja y bolsitas de tés variados.
El personal un poco serio, pero correcto, inglés regular.
A cinco minutos del funicular andando, tienen un bus gratuito bajo demanda hasta las 18 que te acerca a la estación de Gora, para que te recojan hay que llamar.
El wifi únicamente en las zonas comunes, funcionaba regular.
Para cenar no hay nada alrededor y a las 19 y pico se acababa el funicular, por lo que hay que tenerlo en cuenta.