Una estancia horrible.
Hicimos la reserva con mucha antelación, solamente por la ubicación. Nos costó 216 USD = 198 € !!
Se encuentra en Manhattan, al lado de Penn Station y Madison Square Garden.
No se puede llamar hotel, ni motel, ni nada.
Es una cloaca.
Llegas al edificio y te llevas el primer susto con la puerta de entrada.
En la recepción vimos una cucaracha viva y en los pasillos y escaleras varias muertas.
Todo asqueroso y pegajoso, todo me daba asco, desde las toallas hasta las sabanas, la ducha pequeña, un lavabo diminuto en la habitación, el agua había mojado el suelo que se levantaba. Adjuntaré fotos.
Hay un ruido constante, seguramente del tren / metro.
Te dan ganas de llorar. En Europa no darían permiso de actividad para un sitio así, sanidad lo cerraría, es infrahumano. Seguro que hay lugares parecidos en el tercer mundo pero jamás he estado en un lugar parecido. Menos mal que sólo estuvimos una noche y espero no haber pillado ninguna enfermedad.
La gente deja las maletas en la recepción, no tienen ningún cuarto para guardar las maletas, cualquiera puede llevarlas, es un riesgo.
La mañana siguiente estuvo la recepción llena de trastos de maletas y bolsas. Horrible de verdad.
NO LO RECOMIENDO !!!