Buena atención del personal. No hay donde apoyar ni guardar elementos de higiene en el baño, el apoya toalla estaba casi suelto, no hay donde dejar las valijas si o sobre la cama, el depósito del inodoro perdía agua, en el alero del techo de la habitación de al lado se había caído, en ciertos desayunos faltaban medialunas o eran del día anterior.
Al salir, sólo hay dos calles muy inclinadas que rodean al hotel por las que se puede caminar sólo un trecho por la vereda. El resto hay que hacerlo por el empedrado, que es muy peligroso y resbaladizo.
La ubicación del hotel es buena, aunque no céntrica. Queda a la vuelta de la avenida Victoria Aguirre, que conecta con todos los lugares de interés.