La estancia ha sido muy agradable, lo que aparece e indica la web es exacto; hotel céntrico muy cerca de la catedral y del ayuntamiento; dispone de una terrada en la azotea con unas vistas privilegiadas; aunque de construcción antigua, está reformado y se nota la limpieza. Sólo un pero, en la habitación que nos dieron, justo en la planta baja, se escuchaba el pitido del ascensor y el ruido del personal, aunque no hemos sentido la necesidad de solicitar una nueva habitación, aunque si podrían al menos anular el sonido del ascensor, sería más cómodo; también había una puerta-ventana que daba a un patio pequeño que estaba cerrada con llave; si sería bueno al menos poder abrirla, para ventilar la habitación. En términos generales, estamos contentos para un viaje de fin de semana.