Hemos estado mi marido y yo con nuestra hija de 3 años en este hotel durante 3 días y ha sido una muy buena experiencia.
A pesar del mal tiempo que nos hizo ( fuimos en noviembre), el bosque donde están las cabañas es precioso, muy cuidado y lo disfrutamos un montón. Tiene un spa pequeño estupendo para estos días de lluvia, en el cual relajarse y la niña disfrutar del agua calentita.
El restaurante y su personal encantador, pocos platos en el menu pero buenos y baratos para la categoría del hotel. El desayuno variado y muy rico.
Lo recomiendo a todo aquel que le guste la naturaleza, y quiera desconectar. Las cabañas son cómodas y están suficientemente separadas para que nadie te moleste, pero tampoco te sientas aislado. Nuestra cabaña tenía: una habitación con cama de matrimonio y un salón con cocina americana ( donde no faltaban platos, vasos, sartenes, tostadora etc ) con sofá cama enorme donde podríamos haber dormido los tres sin molestarnos. Todo comodísimo.
Sin duda muy recomendable, y seguro que volveré con mejor tiempo para disfrutar de su piscina exterior y del parque de aventura que tiene cerca.