El hotel es muy bonito, pequeño, muy cómodo y tranquilo. Las habitaciones tienen todas las comodidades, son espaciosas y muy limpias, el hotel siempre huele bien, lo único que hace falta es un espejo mas grande, ya que solo hay uno en el baño y no es suficiente, pero todo lo demás excelente. La ducha riquisima, después de un largo día, un buen baño cae súper bien. El personal muy amable, te ayudan en todo lo que pueden. La ubicación del hotel es muy buena, hay una estación de metrobus cerca que te lleva a muchos lugares, esta a dos cuadras de plaza foch, que es una zona de muchos bares y restaurantes, los fines de semana hay muchísima gente no recomiendo caminar por ahi muy noche, pero entre semana esta muy tranquilo. Es un poco costoso pero vale la pena. En fin lo recomiendo ampliamente, es una muy buena opcion.