El hotel está muy bonito y tiene unas vistas increíbles, además de que su ubicación es muy conveniente. En cuanto al servicio el primer día nos recibieron muy bien, una señorita muy sonriente, de la cuál no tomé su nombre pero fue súper amable e incluso nos habló en español y tuvo muy buenas atenciones. Igual en el desayuno el muchacho que nos atendió era muy amable y estuvo al pendiente de nosotros en todo momento. El problema fue al hacer el check out, cuando me dirigí a la recepción para preguntar si nos podían ayudar a llamar un taxi a lo cual la señora que estaba en la recepción ese momento fue un poco grosera y me dijo que era muy difícil encontrar un taxi en Santorini si no lo reservabas con días de anticipación y me dijo que intentaría marcar, pero no esperó mucho para después colgar y decir que no le contestaron y me dijo que podíamos caminar hacía la estación de taxis y que ahí buscáramos uno nosotros. Eran 12 minutos de caminata bajo el sol y con maletas en calles empedradas con escaleras. En general todo estuvo muy bien, pero este pequeño inconveniente en el servicio hace que la experiencia en general se vuelva menos agradable.