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La casa está situada a las afueras de un pueblo, muy cerca, donde hay restaurantes y bares. Lisboa esta a 50 minutos en coche. Es una zona no muy habitada y cerca de las playas de Meco. La casa tiene WiFi, está bonitamente decorada con mimo. Nos preparaban un desayuno con productos típicos, como el queso. El personal y los dueños son encantadores, quienes nos trataron muy bien. La casa tiene un salón con chimenea y billar. Por la noche se puede encargar cena que cocinan de restaurante. Inolvidable. Gracias Cristina y Norberto. Un beso.