Lo mejor: el precio (muy barato, al menos en enero), la ubicación (muy céntrica), el jacuzzi de la 4ª planta, la amabilidad del recepcionista, que nos dejó salir a las 12, y en general todo estaba todo y la decoración de la entrada es bonita. Lo peor: lo antiguo que es el apartamento, parecía una casa antigua. Luego, la cama chirriaba, y el sofá no era muy cómodo. La televisión no tenía canales por satélite. La calefacción no calentaba todo el apartamento sinó sólo un rincón del comedor. No había jabón para manos ni para fregar los platos, y se escuchaba mucho el ruido de la calle.