La estancia ha sido cómoda, tuvimos que cambiar de habitaciones por un pequeño inconveniente pero se mostraron agradables y dispuestos a ayudarnos. La primera habitación era triple y era más espaciosa, estaba en el último piso y aunque el baño se veía limpio era un poco más viejo. La segunda habitación era doble y más justa de tamaño, el baño y la habitación impecables, limpios. Había más ruido y era un poco molesto pero se podía dormir. El alojamiento en si está bien, no hay que esperar gran lujo pero es cómodo para patear la ciudad, tiene la parada del metro a escasos metros y un carrefour justo enfrente para alguna compra de primera necesidad.