Recomiendo intensamente este hotel: es precioso, está céntrico, limpísimo, terraza muy acogedora, lleno de detalles (vídeo en la habitación sobre la ciudad, máquina nespresso en el cuarto, nota diaria sobre el clima...), pero sobre todo, por el recibimiento de sus dueños: son amabilísimos, te dan buenos consejos sobre qué ver/hacer en la ciudad, y nos ayudaron muchísimo con algunas gestiones que tuvimos que hacer. Se nota que les encanta lo que hacen. Ellos sí que saben lo que es ser hoteleros. Les doy un diez.