Muy buen hotel, situado junto a varias paradas de autobuses y rodeado de bares, restaurantes, supermercados y comercios en general. El establecimiento, emplazado a unos 50 minutos de Piccadilly en bus y metro) es nuevo y eso se nota en las instalaciones. Muy limpio y con un desayuno energético, aunque repetitivo (no estaría mal introducir alguna modificación a diario, ¿quizá aceite de oliva virgen con tomate?). No logramos que arreglasen el aire acondicionado en la habitación, algo muy valorado por nosotros. De todos modos, todo su personal es muy amable, si bien mi mujer y yo debemos de destacar la atención de Luisa (Lousie), una española muy agradable con todo el mundo. Deseamos que tu tortilla de patata, Luisa, sea de las mejores de Ealing en poco tiempo. Saludos y besos de Manuel y Marcela.