Hotel con cierta solera que ha sido renovado con algunos retoques que hacen de él un hotel agradable y muy adecuado para unas vacaciones y descanso reparador.
Las habitaciones son amplias y cómodas, con unas terrazas muy interesantes dado el clima de la zona. Tal vez falta un poco de aislamiento acústico de los cristales que dan al exterior, ya que la zona suele ser bastante ruidosa, aunque las cortinas opacas y muy gruesas también amortiguan un poco el ruido.
El buffet de desayuno es muy variado y de buena calidad.
El personal de muy amable y servicial, tanto en recepción como en la zona de la piscina donde disponen de comida y bebida a un muy buen precio durante todo el día. El minibar de la habitación dispone de bebidas a menos de 2 euros, cosa que se agradece. Por ejemplo, una botella de agua costaba 1,5€, un precio bastante económico para lo que he llegado a pagar en otros hoteles.
La piscina y los alrededores ofrecen un espacio de relax con tres jacuzzis de diferentes tamaños y una piscina adecuada para refrescarse del calor. Junto a la piscina hay multitud de tumbonas de uso gratuito y algunas mesas donde poder disfrutar de bebidas y comidas en el entorno de la piscina.
Aunque el hotel es antiguo, le han dado ciertos toques como televisores renovados y decoración también renovada.
El personal merece especial mención, en concreto la Srta. Carmen y el Sr. Fernando, así como el Sr. Fali que en el chiringuito de la piscina ofrece una agradable conversación.
Volveremos.