Las suites están dispersas en una conjunto de más de 500 departamentos pequeños, en cuatro accesos distintos. A mis hijos les dieron piso 15, a nosotros 4, imposible poder comunicarnos, intercambiar enseres de aseo. Los elevadores están siempre saturados. La limpieza de las suites, deja mucho que desear,especialmente alfombras, sillón, es un asco. La vigilancia de acceso al conjunto, aunque hay un modulo a la entrada, cualquiera puede pasar sin ningún control. El único trabajador que vimos, se encuentra en la planta baja, sin letrero de oficinas de las Suites, tuvimos que hablar por teléfono para preguntar si estábamos equivocados. Nos informan en el módulo de acceso, que hay 17 diferentes negocios del mismo tipo en el conjunto y los administradores igual cierran su oficina terminada a jornada y nadie para alguna emergencia, por ejemplo nuestra caja fuerte no funcionó. El ruido se encajona entre las moles de los edificios vecinos y bueno, los gritos de bájale a la música, ya cállense, dejen dormir, impiden el reposo por un buen rato Bueno hasta divertido resulta.