La situación del hotel, aunque esta lejos del centro, es muy buena, pues esta cerca de la linea de metro mas importante (U3). La zona es muy tranquila y la calle del hotel es peatonal. En la recepción hay un chico muy amable que habla español y en general son todos muy simpáticos, con excepción de una camarera del bar, un tanto desagradable. La habitación de tres era amplia, todo muy limpio y nuevo.