Es un hotel muy agradable y con mucho encanto. Todo de 10, empezando por la amabilidad y eficacia de las señoritas de la recepción. Camas comodísimas, insonorización impecable, desayuno espectacular, la señal wifi funciona muy bien... Y el entorno del hotel es precioso. Hospedarse en la Casa de la Trinidad ha sido, sin duda, un gran acierto