Hotel muy agradable y bien situado en el centro de la población de Ingolstadt.
El personal fue muy amable y la habitación era muy cómoda ya que era amplia y con vistas a la iglesia que hay enfrente. La habitación disponía de WiFi gratuita, TV por cable, calefacción...
También el baño era muy completo, con 2 picas de agua, bañera, etc.
El desayuno, tipo buffet, muy correcto.
Resumiendo... hotel muy recomendable si viajas a Ingolstadt