Para empezar, debido a que es verano, no hay servicio de habitaciones salvo cada cuatro días. La recepción cierra a las siete de la tarde, por lo que es muy difícil conseguir cosas básicas como papel higiénico o toallas. Además, hubo una contaminación bacteriológica en el agua corriente, por lo que tuvimos que usar agua mineral para todo. A pesar de eso, no ofrecieron ninguna disculpa.