El hotel resulta muy conveniente si estás visitando Joshua Tree National Park. Muy limpio y mantenido, con amplio aparcamiento. El chico del mostrador fue muy atento durante todo el proceso y servicial al pedirle consejos sobre la zona. La habitación estaba impecable, y muy espaciosa. El desayuno contaba con todo lo necesario para afrontar un nuevo día, con opciones frías y caliente, dulces y saladas. A este respecto me gustaría destacar que contaba con leche de almendras en botellas individuales, lo que me pareció un perfecto detalle, que no he visto en ningún otro hotel hasta el momento, para todas aquellas personas que no tomen lácteo. Un gran hotel, en mayúsculas, que sin duda alguna repetiría y recomendaré a todo aquel que quiera visitar la zona.