El personal del hotel es muy amable y siempre está dispuesto a ayudar con lo que necesites. El hotel está bien ubicado, bastante cerca del centro. Eso sí; hay que subir una cuesta que en el invierno, con el hielo, tiene que ser difícil de hacer con maletas. Cuando llegamos, habiendo reservado una habitación con cama matrimonial, nos dieron en vez de esa un pequeño apartamento con cocina y salón. Muy cómodo el apartamento, y al tener un frigorífico, pudimos comprar comida en el supermercado y nos ahorramos un poco de dinero.