A cinco minutos del Hipódromo, Mezquita Azul, Santa Sofia. Acceso por calle bulliciosa y tradicional, parcelada al centímetro cuadrado. Personal agradable y eficiente, y como en casi toda la zona turística: predomina el genero masculino. Desayunos copiosos y completos en azotea con vistas memorables a los monumentos y hacia el mar de Marmara. Nos asignaron una habitación interior. Habitación, baño y espacios comunes del hotel mínimos, se procura el máximo aprovechamiento del metro cuadrado. Si bien se pretende dar el máximo confort (aparatos de aire, griferias nuevas,...) las estrecheces, y la falta de ventilacion són notas negativas.