Es un hotel en el cual repito por lo bien que me tratan todos allí. Los dos hombres de recepción son muy dulces y atentos, así como la mujer del desayuno, que cada día me dejaba llevarme zumo y algo de comer a la terraza. La mujer rubia de la limpieza, un amorcete también, siempre feliz y sonriendo
Extras que tiene este hotel para mi gusto:
Ascensor.
Gran terraza con porche que proporciona unas vistas preciosas (se ve la cúpula del pantheon).
Habitaciones muy amplias.
Desayuno muy variado y con unos croissants espectaculares (el de mermelada de higos MMM).
Es un antiguo palacete, tiene muuucho encanto.
A muy pocos pasos del Panteón y de mi restaurante preferido en Roma: Miscellanea, tengo mucho cariño a la familia y camareros de ese local y como y ceno allí siempre. Qué bueno!!